miércoles, 9 de noviembre de 2011

Capítulo 9

La tarde se pasa lentamente. Los minutos son eternos. ¿Por qué no llega ya la noche?
Estoy deseando de que venga a verme.... Y no sé porqué. Las seis, siete, las ocho. Ya es de noche. 
Aparece un médico por la puerta y entra del todo a la habitación. 
-Isabella ¿no?-dijo
-Si.
Se me quedó un rato mirando, como si se hubiera quedado hipnotizado.
-¿Oiga? ¡¡¡¡Oigaaaa!!!!
-No gritee... 
-Es que se ha quedado como embobado.
-Si. Es que usted es mi primera paciente y suerte he tenido de que seas guapa.
-Gracias. Usted también es guapo.- dije. Si es guapo, pero no como mi Darío. Sí mío. Porque creo que me gusta y pufffff M-Í-O y punto.
-¿Yo guapo? Pufff pues si fuera guapo, ya habría tenido más suerte en el amor. Pero bueno, al grano. As tenido un bajón de azúcar. Tienes que comer más cosas con azúcar o si no te volverá a pasar lo mismo. Y aunque esto parezca una tontería no lo es. Te recomiendo que a la hora de la comida y cena bebas Coca-Cola.
-Lo que me faltaba.... que esté baja de azúcar.... pufff okis si usted lo dice, lo haré.
-Chica obediente ¿eh? 
-Si. Se supone.
De pronto se abre la puerta. Y ¡es él!
-Hola. ¿Se puede?-dijo
-¡Claro majete! Te estaba esperando-dije ilusionada.
-Bueno. Os dejo solos.- dijo el doctor que ya estaba saliendo de la habitación. -Am ya puedes recoger tus cosas, que ya te puedes ir a casa, ya que te has recuperado.- Y se va.
-¿¡As oído eso!? ¡¡No a sido casi nada!! Menos mal.
-¿Por qué te alegras más que yo?
-Porque te estoy empezando a coger cariño. Venga recoge las cosas que te llevo a tu casa.
Tardé diez minutos en recoger mi ropa y arreglarme y ponerme mis collares, pulseras y mis pendientes. Íbamos ya para salir de la habitación, cuando de pronto me coge de la mano. Creo que estamos enamorados, aunque nos conozcamos de dos días. Esto se llama amor a primera vista.







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