jueves, 17 de noviembre de 2011

Capítulo 11

-Mamáááááá.....-le dijo Darío y a la vez le hechó una mirada bastante estremecedora.
-No nada señora... Yo.... Esto............ Ya me iba. 
Salgo de la casa con la maleta y voy llegando a las verjas.
-¡¡ISABELLAAAAA!!- Gritó Darío al mismo tiempo que salía corriendo detrás de mí.
No hacía caso de él. Por la mejilla me corría una lágrima. ¿Por qué lloro? Pufff me ha salido sola. 
Darío consigue alcanzarme y ponerse delante de mí.
-No te vallas. ¿Por qué as salido de la casa? ¡Sabes que no puedes estar sola en tu casa! Entra por favor.
-No. No voy a entrar.
-¿Por qué? 
-Porque en tu casa no soy bien recibida. Porque mira a tu madre como se ha puesto conmigo, como me miraba y como TODO.
-Pero es por la primera impresión que le causa a ella la gente. Luego es muy simpática. Entra anda.
Me coge del brazo, y también coge mi maleta y entramos. Otra vez esa mirada. Pufff lo que tengo que aguantar esta semana.... 
-¿Incómoda?-dice Darío.
-¿Cómo........?
-Tu preciosa mirada.
-La verdad es que sí. Tienes una preciosísima mirada. Damisella.-dijo el señor Anthony.
-Gracias a los dos. Jajaja 
-Esta es Shopie.-dijo el señor Anthony.
-Hola señora. Su nombre me encanta.
-Mmmm... Hola.
Entonces Shopie coge del brazo a Anthony y se le lleva a una habitación. Y dijo: "tenemos que hablar". Me da mala impresión. Creo que estorbo.......
-Bueno señoritos. ¿Quieren algo de beber?-dijo Arthur.
-¿Quieres algo?-Me preguntó Darío.
-Emm sí. Si pudiese ser una Coca-Cola por favor.
-Te lo traeré yo-dijo Darío.
-Pero señor... es mi trabajo...
-No se preocupe. Usted valla a arreglar la habitación de huéspedes para la señorita.
-Ok señorito Smith.
Darío va a la cocina saliendo de la entradita, y el mayordomo sube las escaleras en forma de espiral. Me quedo sola y solo oigo murmullos detrás de esa puerta. Sé que no está bien pero..... Me acerqué un momento y puse mi oreja pegada a la puerta.
-Será solo una semana cariño. Además la señorita es muy maja. Me ha caido bien. 
-No me gusta esa niñata.
-Tenla respeto. Si quieres que te respeten, respeta tu también. A nuestro hijo no le ha gustado lo que ibas a decirle. Creo que Darío es hora de que haga ya su vida. Déjale que busque ya una chica en condiciones. Las únicas dos chicas que trajo hace ya mucho tiempo, las espantastes...... y a él no le gustó. Me contaba todo.
-Las espanté porque la primera era una prostituta. Que me lo dijeron mis amigas. Y la segunda le quería por el dinero. Y creo que esta también va a por lo que va.
-Pues yo creo que no. ¿No has visto la cara que se le ha quedado cuando ha llegado a esta casa? No se pensaba que era rico. ¿O no lo has visto? Esta chica tiene algo de especial. Algo que le puede dar a Darío. No la espantes, que él ya es mayorcito para saber con quién quiere vivir la vida.
Oh dios mío. Soy la tercera. La tercera que viene aquí. Dicen que a la tercera va la vencida. Se oyen pasos. Es Darío. Despego la oreja de la puerta y me siento en ese sofá tan alto, de color azulado. 
-Aquí tiene usted señorita. Su Coca-Cola.-dijo.
-Gracias.
-No las des.
-Ainss............
-¿Qué pasa?
-¡Me acabo de acordar, de que mañana tengo un examen de Historia!
-Señoritaa....
-Isabella Darcy Arthur.
-Vale. Señorita Darcy ya tiene usted su habitación preparada.
-Gracias Arthur.
-Subamos y estudiemos. Yo también tengo examen de Física & Química.


Shopie. Madre de Darío.
¿Por qué le caeré mal?

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