domingo, 13 de noviembre de 2011

Capítulo 10

Llegamos a mi casa. Darío me acompaña hasta la mismísima puerta. Llamo y sale mi padre con una maleta. Que extraño...
-¿Qué haces con esa maleta?
-¡Hija! ¿Ya estás aquí? Les iba a decir a los médicos que te dijeran que no te preocupases, que me iba por unos días a Nueva Florida, Porque tu prima Irene se ha puesto muy mala. No quería preocuparte.
-Voy contigo.
-No. El trayecto es demasiado largo. Y creo que en tus condiciones, no tienes fuerzas para volar.
-Peroo.....
-Haz caso a tu padre. Tiene razón.-dijo Darío.
-¿Este es el chico del que me hablaste? ¿Darío? Creo que era así el nombre.-dice mi padre.
-Si papá.Bueno voy a dentro, que tengo frío. 
-Hija. Pero...¿Cómo vas a estar tú sola en casa? ¿Quién te hará la comida?
-Pues yo sola...
-¡¡Si no sabes cocinar!! Oye Darío ¿la podrías cuidar tú? Vendré el lunes que viene.
-Vale. Se podría quedar en mi casa. 
Cojo algunas cosas para pasar la semana en casa de Darío. Pufff estoy como nerviosa. ¿Qué me pasa? Cojo todo y salgo hacia la puerta. Mi padre ya se ha ido y ahí esta él esperándome.
Nos subimos al coche y me lleva a su casa que está a las afueras. Nos detenemos delante de una casa gigantesca. Parecía una mansión.
-Ya puede bajar señorita.- Me dice y me abre la puerta.
Salgo del coche muy impresionada. ¿Podrá ser esta casa de él? Ohhh dios mío.
-¿Qué te pasa?-Me pregunta él. -Venga déjate de paranoias y entremos.
-¿Esta es tu casa?
-Si.
-Ohhh dios míoo.......
-Si que no te esperabas que fuera rico ¿no?
-¡¡¡Argggg!!! ¡¡¡No me quites mis pensamientos!!!
-Jajaja no los transmitas por tu mirada.
-Me estás haciendo de sonrojar.
Entramos por las verjas y llegamos a la puerta de la casa. Había una piscina grandísima. Llama al timbre de la puerta y sale el mayordomo.
-Muy buenas señorito Smith. Es la hora de la cena. ¡Oh señor! ¿Trae a su querida?
-No Arthur. Esta señorita es una amiga mía, que se quedará una semana aquí. A sí que tratadla bien.
Por detrás aparecieron una señora con un vestido realmente fascinante, llamativo y bien escotado y a su lado un señor con traje y corbata. Ummm...... Me siento rara........... Me podría haber puesto algo más decente y con más clase, y no unos simples vaqueros....
-¡Hijo! Traes visita. ¿Quién es esta encantadora damisella?-dijo el hombre del traje.
-Es Isabella papá. Isabella el es mi padre Anthony.
-Que nombre más bonito señor. Encantada.
-Bueno, bueno. Basta de cháchara. ¿Qué haces aquí moco...... digoo señorita?-dijo la mujer.
¿Iba a decir mocosa? Argggg que arpía. Ya la notaba yo en su mirada que no le hacía gracia.







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