jueves, 3 de noviembre de 2011

Capítulo 5

Nos sentamos todos en una pequeña barra que había y pedimos de beber. Yo pedí un mini.
Pedro viene con una chica alta, morena, y ojos marrones. Transmitía locura a través de su mirada.
-Isabella esta es Guadalupe.-dijo Pedro.
-Llámame Wada.
-Okis.Encantada de conocerte Wada.
Esta noche estoy conociendo a muchísima gente de verdad. Pero dentro, en una parte de mí, muy profunda, siento tristeza, siento soledad, siento amargura...........¿Por qué? Si hoy ha sido un día genial ¿Por qué me siento así? No quiero conocer más gente. Me quiero ir. No quiero estar más en esta fiesta, aunque se lo ha currado Carmen. Pero ya empieza esto a jalearse, subiendo más la temperatura de lo que estaba, con borrachos, drogatas, humo........ prefiero irme. Voy caminando hacia la puerta principal. Al lado de la puerta principal estaban los baños y había cuatro chicos esperando. Cada vez estoy más cerca de la puerta, cuando sale un chico del baño y se rejunta con esos cuatro chicos y vienen distraídos, hacía mí. El chico que había salido del baño era guapísimo, era alto, con pelo rubio, ojos verdes con marrón, y estaba tremendo. Pero iba como triste, como si le preocupara algo y sobre todo muy distraído, como si quisiera encontrar a alguien. Bah paso de chicos y de fijarme en gilipollas. Son todos iguales. Seguro que es un chulo de mierda. Sigo para adelante y nos tropezamos los dos y me caigo al suelo.
-¿Estás bien?-dice
-Si. aunque me duele un poco la rodilla.............
-Lo siento. ¡Joder tronco! ¿¡Por qué me has empujado!?-dice- Am lo siento no me he presentado, me llamo Darío. ¿Y tú guapa?
Darío. Que nombre más bonito. Aunque piense que es un chulo y que es como los demás........... Siento algo dentro de mí que me dice que no es así.... Algo me pasa mi corazón va a mil por hora....
-Yo Isabella. 
-Encantado.
-Igualmente.-dije con una sonrisa de oreja a oreja. Veía en sus ojos un calor tan apasionado... como el fuego. Unos ojos radiantes por fuera y ardientes por dentro. Vi que sentía dolor por dentro, quizás porque en un pasado, sufrió mucho. Pero esa mirada, se me clavó en el alma y en el corazón.  
-Ostias! Que buena que está, esta tía.-dijo uno que se acercó a nosotros.
¿Y este de que va? Me intentó agarrar de la cintura y.... no sé. Este me da muy mala pinta.
-Eh, eh, eh. Álvaro estate quieto. Esta no es de tu tipo y además no será para ti.-Le susurró. Pero tengo el sentido del oído al cien por cien y le escuché lo que dijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario